lunes, 31 de diciembre de 2007

Blog del hombre que nunca te salvara la vida y su primo que tampoco.

Bueno, me voy a presentar, soy uno de los dos de arriba, al escribir el primer (o segundo post, eso lo dejo en manos del editor) supongo yo que debería hablar de por qué abro esta ventana virtual y me pongo a hablar. Es solo por vanidad, porque ciertamente llevo como tres días pensando en QUÉ quiero decir y CÓMO, descubriendo para mi sorpresa que no tengo nada que decir y eso viene dificultando la tarea del cómo, no sabes ni cuanto. La segunda razón es por envidia, todos mis amigos que saben leer y escribir tienen uno, y yo no voy a ser menos aunque ellos sean más instruidos que yo y encima se les note. También codicio su efímero momento de fama y el bien estar que ello le reporta. No hay un sentimiento bueno en mi, y estas líneas las escribo desde la obscuridad de mi cuarto pensando en muerte, desesperación, subidas de hipotecas y enfermedades venéreas. Voy a matar a cualquiera que tenga un blog al que entre mas gente que al mío empezando por ti, si tu, el de gafas!!!


Como no tengo muy claro de que y como voy a hablar, empezaré diciendo de lo que no voy a hablar.


No voy a hablar de música porque la música es para escucharla, no para discutir sobre ella, escribir sobre música es como cantar sobre gastronomía, como oler literatura o cagarse dentro del pavo de navidad antes de meterlo al horno, divertido pero todo el mundo lo ha hecho alguna vez y al final aburre.


No voy a hablar de literatura porque eso sería un fraude, al último libro que leí fue el de “Jim Botón y Lucas el maquinista”, y realmente no me satisfizo, de todas formas si logro enterarme de cómo se llama la segunda parte algún día, lo leeré para atar los cabos sueltos que me quedaron.

No voy a hablar de comics porque no compro, todos los que tengo son de mi gran amigo y mecenas Pepe y hablar de los comics que uno no ha comprado, podría poner furioso al imbécil de Ramoncín. Y eso tampoco lo quiero, que yo con la gente de nariz ganchuda me quiero llevar bien que algún día conquistarán el mundo.


No voy a hablar de tecnología porque no la uso, mi móvil tiene teclado de rueda y este ordenador con el que estoy escribiendo lo usaba Conan para llevar la cuenta de las ejecuciones cuando era rey desde que se le atasco el ábaco.


Evidentemente no voy a hablar de la red, ni de navegación, ni de milongas por el estilo, ni de sexo, ni de teens en bolas, ni de hombres que se ponen espejos en los zapatos para verles las alas de las compresas a las tías mientras les preguntan la hora.


No me siento comprometido con el planeta ni me identifico con ninguna formación política, tendencia artística, de moda o vital.


Esta es mi declaración de no intenciones, claro que no he hablado de que odio el deporte, los videojuegos, la cocina de autor, la poesía, los viejos, las flores, los niños y la televisión.


Escribo este blog con mi primo porque como diría Barney sobre Linda Rondstat: ”llevábamos tiempo buscando un proyecto en el que colaborar”. Además yo no tengo contenido solo ni para llenar un sello. Ni siquiera tengo voluntad para acabar esta página pero como lo he prometido, continúo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Jim Botón y los trece salvajes" se llama la segunda parte, y como no creo que te lo vayas a leer ahora a estas alturas, contaré el final.


*espoilerazo*

Resulta que el subsahariano es descenciente del rey Baltasar, y la isla resulta que caía en el centro del país, que estaba hundido en el mar y que resulta que es más grande que la Mahoma. Creo que se lía con la china, pero eso ya no me acuerdo.